¿Quién crees que puede ser feliz, en mayor medida, los habitantes del primer mundo o los del tercer mundo?
Desde este blog sabemos que la vida no es un camino de rosas, sin problemas, imprevistos, desencuentros e infortunios; sobre todo para algunos, con los que la vida se ceba. Sin embargo, no deja de ser curioso, que un riguroso estudio científico de la Universidad de Harvard, desarollado durante 75 años, por 3 generaciones distintas, arroje una impactante certeza:
No es más feliz aquel que vive con menos problemas o vicisitudes
¿Por qué ocurre esto?, ¿por qué un pastor de cabras habitante de Nairobi o una agricultora de Mogadiscio, puede llegar a ser igual o más feliz que un médico de California o una abogada de Nueva York?
El estudio demuestra que si las necesidades más básicas y elementales se encuentran cubiertas, ambos estilos de vida, en las diferentes partes del mundo, pueden llegar a alcanzar la felicidad de igual modo. Sin ninguna otra disquisición, como puedan ser la inteligencia, la belleza, la complexión física, el éxito, la riqueza, la fama…
La felicidad no nace de fuera hacia dentro, si no que lo hace desde dentro hacia fuera.
Os pido que hagáis un paralelismo y que vayáis comprobando cómo los dos tipos de vidas, de diferentes partes del mundo propuestas como ejemplo, como son el pastor de cabras de Nairobi, la agricultora de Mogadiscio y el médico de California o la abogada de Nueva York, pueden llegar a ser igual de felices según el estudio, pese a que los primeros seguramente no tienen nada, mientras que los segundos probablemente lo tiene todo.
Estas 4 personas propuestas, tienen muchas cosas en común, para alcanzar el objetivo; SER FELIZ:
Pueden amar
Pueden construir vínculos fuertes con los demás
Pueden ser altruistas
Pueden ser creativos
Pueden ser compasivos
Pueden disfrutar de su espiritualidad
Pueden vivir con humildad
Pueden ser generosos
Pueden ser agradecidos
Pueden aprender
Pueden ser autodisciplinados
Pueden ser coherentes
Pueden vivir en colaboración
Pueden ser constantes
Pueden tener criterio
Pueden esforzarse
Pueden vivir con fortaleza
Pueden ser honestos
Pueden ser honrados
Pueden ser justos
Pueden ser moderados
Pueden ser optimistas
Pueden ser perseverantes
Pueden ser prudentes
Pueden ser rectos
Pueden ser respetuosos
Pueden ser sabios
Pueden ser sensatos
Pueden tener templanza
Pueden ser tolerantes
Pues ya lo sabes, si quieres pelear por ser feliz, cambia los objetivos que hasta hoy pensabas que te servían; deja de buscar una pareja mejor, un coche mejor, una casa mejor, un trabajo mejor…, ser más guapo, más jóven, más listo…, el inconformismo material va a hacer que destroces tu vida, sin ni siquiera darte cuenta.
Si logras acercarte a los propósitos de arriba, podrás ser feliz de una vez por todas.
Virginia López Bello
Coordinadora Centro Médico AUPA